Cabalgo sobre el viento,
Sobre ese viento
Que me trae recuerdos
De ti,
Del mar,
Ese mar que me mece
Entre tus brazos,
Que me ahoga
En tus abrazos,
No dejándome navegar
Entre las blancas olas,
Entre la fría espuma
Que llena tu inmensidad.

Bullen en mi cabeza
Ideas, pensamientos,
Emociones
Que no saben su destino
Que sólo siguen su camino
Hacia ti.
Mi otra parte

Delirio

Pasan las horas en un suspiro
Mientras, en mi delirio,
Desapareces entre mis brazos,
Ligera, volátil,
Como una voluta de humo,
Mezclándote con el aire,
Con la brisa que me rodea
Mientras busco la manera
De respirarte,
De poseerte
De empaparme en tu marea
De vida, pasión y muerte.

Búsqueda

Busco
Alcanzarte con palabras,
Herirte con los dardos envenenados
Del pensamiento.
Perseguirte hasta tu escondrijo,
Liarte con este revoltijo
De palabras,
de sentimientos.

Te busco
Para darte caza,
Para que dudes,
Y que no estés seguro
De lo que te rodea.

Busco golpearte
Con la realidad cotidiana,
Con la claridad meridiana
Del que ya no está
Seguro de nada.

Seco tengo el corazón
de lágrimas vertidas.

He llorado
de tanto amarte,
y de tanto amarte
he llegado a odiarte.

Y de tanto amarte,
de tanto odiarte,
mi corazón
se perdió,
sin rumbo,
seco de lágrimas
en mar de dudas.

Y aunque mi corazón
no sabe si amarte,
si odiarte,
lo que sí que sabe
es que no sabe
vivir sin tí.

No dudes,
no vaciles.
Toma mi mano,
afronta tu destino,
no te desvíes del camino.

Donde tú vas,
otros ya han estado.
Es lo que tiene
el ser humano.
El acabar corrupto,
podrido,
en un ataud
lleno de gusanos.

Tengo la lengua reseca
de lamerme las heridas.
Mis piernas están doloridas
de levantarse una y otra vez.

Lucho con un rival,
viejo y terrible.
La vida se empeña en golpearme
una y otra vez.

Me ha vuelto a derrotar,
lo ha hecho sin reparos,
sin dudas, sin remordimientos
reduciendo a cenizas
mi endeble esperanza.

Pero como el Ave Fenix
renaceré de mis cenizas,
mi reseca boca lamerá
una vez más las heridas.
Mis doloridas piernas
volverán a ponerse en pie.

Esa dulce y terrible rival
no podrá conmigo.
No me rendiré sin luchar.
No me rendiré.
Viviré

Verdad

Estás ahí.
En realidad,
siempre has estado ahí,
oculta, vigilante,
aguantando la respiración,
oculta a mis ojos.

Estás ahí.
Lo sé,
te he visto.
Ha sido un instante,
luminoso como un relámpago,
fugaz como una estrella,
suficiente para marcar
toda una vida.
Ya nada será igual,
pues dejaste en mí
tu indeleble huella.

Quisiera que este libro
que tengo entre mis manos,
cobrase vida propia,
fuese un objeto animado.

Quisiera que estos versos
fuesen un soplo de aire fresco,
que fueran música para tus oídos,
que transmitiesen alegria.

Pero sólo son
unas palabras encadenadas,
unas humildes líneas
escritas por mi pluma,
que se sentirán afortunadas
si son leídas por tus ojos.

Silencio

Suena el silencio.

Sólo hablo yo

Nadie me escucha
y yo no me oigo

Todo es un atronador silencio.

No te siento

Me asomo por la ventana,
mientras me embarga un sentimiento.
Parece un remordimiento
que surge cada mañana.

No te miento.
Suena una vetusta campana.
Siento que estás lejana,
siento que ya no te siento.

Sólo queda el mar

Sólo queda el mar,
el verde mar de tus ojos
en los que sin pensar me sumerjo
en busca de sus tesoros.

Sólo queda el mar,
ese mar de besos y abrazos
en el que, bañados pòr la pasión,
nos sumergimos.

Sólo queda el mar,
el mar de sentimientos
que compartimos día a dia,

que aumentamos gota a gota,
con cada mirada,
con cada gesto.

Lamento

¿Dónde me dejé la paleta
que pintaba de dorado mis sueños?
¿En qué parada del camino
me la dejé olvidada?

¿Será que tengo el alma
tan sombría,
tan negra,
que ya no distingue el abanico de colores
con que nos obsequia la vida?

Tus ojos

En tus ojos me reflejo,
me juzgo y me condeno,
pues culpable soy
de enamoramiento.

Tus ojos me condenan,
son mi juez y mi jurado
A ellos estoy atado,
y por ellos
mi alma he perdido.

Paisaje

El arroyo dialoga con la brisa
que le responde entre susurros,
mientras los pájaros cantan
y los grillos repiten
su monótono discurso.

El verde que me rodea,
me deslumbra y me abraza,
junto el aroma del eucalipto
y el lejano recuerdo del mar,
hacen que me sienta vivo.

Y de repente descubro,
¡oh, inmenso paraiso!
¡oh, simpar vergel!
que simplemente paseando,
Yo de ti me enamoré

Funeral

El libro falleció, olvidado en la vieja y oscura mesilla. Los personajes, al descomponerse, dejaron un aire fétido, impregnado en las páginas del libro, en las esquinas de la habitación donde transcurre la historia. El argumento apenado, se consume, poco a poco, hasta desaparecer. Mientras, las letras, aterradas, ven como se han quedado sin hogar, mientras que las pudientes, lentamente, van abandonando el velatorio del blanco ataúd, en el que permanecerán para siempre las páginas por escribir.

Gracias a todos

Hola chic@s!

Cuando empecé a escribir poemas, lo hice sin pretensión de publicarlos. Escribía para mí, como valvula de escape de esta estresante sociedad. Era, digamos, mi diario de navegación, la brújula que me guiaba, nunca supe hacia donde. Alguno de estos poemas que aparecen en esta página cayeron antes en manos de algunos amigos míos, que me animaron a publicarles en un blog. De esta forma surgió este humilde blog, en el que mi única pretensión es desnudarme interiormente, mostrarme tal cual soy. Pensar en presentarles a un concurso era una utopía y lo hice más por desconfianza hacia mi poesía que por convencimiento. Por eso, ser elegido ser semifinalista a nivel nacional de un concurso literario, concretamente del convocado por el Centro Poético de Madrid, me hace sentirme inmensamente feliz. Es algo que colma todas mis aspiraciones. Y os lo debo a vosotros, a los que me leeis. Gracias por seguirme y por apoyarme. Y gracias a Pako, a María y a Vero por haber creído en mí. Sin vosotros, vivir este sueño no sería posible.

El poema semifinalista, que ya publiqué en este blog, es el titulado Como hojas en otoño

Anoche me visitaste

Anoche me visitaste.
Viniste a verme
en mitad de mis sueños,
sueños en los que,
sumido en la ignorancia
de tu amarga ausencia,
te quería, te amaba,
te poseía.

Mas despierto y no estás.
En mi almohada quedan
los restos de tu perfume embriagador,
los rescoldos de una pasión
que fue real
y que permanece anclada
en lo más profundo y oscuro
del mar de mis recuerdos.

Sin título

Tras la tempestad
siempre vuelve la calma,
esa tensa calma
que acompaña a un amanecer,
lleno de una frágil esperanza.

La lluvia es arte

La lluvia es arte.
Las gotas de agua,
caprichosas,
caen sobre el duro lienzo
formando un dibujo aleatorio,
lleno de tonalidades grises.

Sin compasión,
sin tregua,
el mar me devuelve
una por una,
cabalgando las olas,
todas las dudas
que me asaltan,
me abrasan
me destrozan.

Si el mar,
testigo vivo de nuestra historia,
no me consuela,
no me llena
¿quién lo hará?

Palabras

Son osadas las palabras.
Se escapan de mi pluma,
me hacen un requiebro,
se enredan en tu pelo,
mirándome con recelo
desde estas líneas,
desde estos versos.

Son traidoras las palabras
pues expresan lo que no quiero.
Juegan conmigo
a un quiero y no puedo,
cobrando vida propia.
Ya no las controlo,
desnudándome sin decoro
desde estas líneas,
desde estos versos.

La rosa

Arrancad esa rosa

Arrancad esa rosa
que florece sobre mi tumba.

Arrancadla,
pues su aroma me envenena
y sus espinas
son los restos de un naufragio,
vestigios de amores
doloridos, fracasados,
y, sobre todo, anhelados

Arrancad esa rosa,
arrancadla, sí,
pues esa rosa
es, en esencia,
la negra flor del olvido,
la rosa de los vientos,
el triste recuerdo de tu ausencia,
la brújula que guió toda mi existencia.

¿Dónde van esos versos?

¿Dónde van esos versos?
¿Dónde van?
Esos versos que se escapan de mi pluma
y vuelan agarrados a tu cintura.

¿Dónde van esos versos?
¿Dónde van?
Llenos de amargura,
porque su hermosura
no está a la altura
de tu adorada figura.

¿Dónde van esos versos?
¿Dónde van?
Esos versos que se escapan de mi pluma,
llevándome directo a mi sepultura.

Desnudo ante ti

Desnudo ante ti me presento.
¡Mírame!
Sólo soy un trozo de carne,
lleno de luz y sentimiento.

Probé el dulce veneno de tus besos,
saboreé cada uno de tus cálidos abrazos,
me bañé en el verde mar de tus ojos
y acaricié de tu cuerpo todos sus poros.

Y cuando de lujuria me vuelves loco,
me dices que se acabó,
que fue bonito mientras duró.

Enamorado como estaba yo de ti,
y pensando que lo estabas tu de mí,
pensé que algún error cometí
y arrodillado perdón te pedí.

Y arrodillado sigo ante ti.
¡Mírame!
Ahora no solicito tu perdón,
ni siquiera tu comprensión.
Ahora sólo te pido
que te apiades de mí.

A la mar quiero ir

A la mar quiero ir,
mi niña,
a la mar, a morir.

Si he de partir,
desde tu puerto ha de ser.

A la mar, a morir,
mi niña,
a la mar quiero ir.

Desde tu puerto a la mar,
con mi barco navegar,
y a tu puerto siempre regresar.

A la mar quiero ir,
a la mar, a morir.

Homenaje

¡Hola chic@s! La semana que viene, concretamente el día 22, será el primer aniversario de la muerte de mi abuela. Quisiera, desde estas humildes líneas, rendirle un sentido homenaje. Es por ello que esta semana sólo publicaré un poema, poema que escribí a los pocos días de su fallecimiento, que se titula Angela.

Va por ti, abuela:

Ángela

Aquel día lloré por tu pérdida,
No fue la despedida imaginada.
Grité maldiciendo esta vida,
En la que al final nos espera la muerte.
Lloré soñando que en mejor morada vivas y que
Allá donde estés, tras mi partida, me esperes.

Belleza

Búscame
Búscame
en la tierna sonrisa de un niño,
entre las redes del marinero,
en los labios de un sentido ‘te quiero’,
en un gesto de cariño.

Búscame
en el tibio sol del atardecer,
en el dulce aroma de las rosas,
en el rojizo sol al anochecer,
entre esas pequeñas cosas.

Me hallarás
entre los aperos del labrador,
entre las líneas de estos versos,
en el arrullador sonido de las olas,
en tus cálidos besos.

En todos esos sitios estaré.
Ven a buscarme.
Sí. Búscame.
Te estaré esperando.

Ausencia

Mastico palabras
impregnadas en tu aroma,
mientras constato en mi alcoba
la realidad de tu ausencia.

Quizá fue un recuerdo,
quizá fue un solo un sueño,
un bendito sueño,
Un sueño en el que te amaba,
un sueño en el que poseía.

Pero despierto y no estás.
Sólo queda tu aroma,
la dulzura de tus besos,
el calor de tus abrazos.

No estás,
y no me acostumbro.
Es difícil asumir
que te he perdido,
que ya no estás conmigo.

Caminemos

Caminemos juntos,
dulce camarada.
Hagamos de nuestros asuntos
común causa,
sin prisa, sin pausa.

Con la bandera desplegada
en mitad del camino,
avancemos hacia nuestro destino
bajo el cielo raso,
con un vaso de vino,
mientras la blanca luz,
de una luna llena
nos alumbrará el camino.

Inevitable

Es inevitable.
El dulce susurro del agua
es un canto silencioso a la vida.

El murmullo del agua
es una cita
que me incita y me excita.

Y a esa cita yo acudo.

Es inevitable.

Hola chic@s! Tras una semana de ausencia, aquí estoy de nuevo con otros 2 poemas. Que los disfruteis.

Huir

Buscas huir
de una realidad inexorable,
que te persigue
ávida, imperturbable.

Corres y huyes,
haciéndote preguntas sin respuesta,
muriéndote por saber
porqué las cosas son como son
y no como nos gustaría que fueran.

Huyes de la vida,
o quizá huyes de ti,
sin saber
si eres tu quien cambia la realidad
o es la realidad quien te cambia a ti.

Huyes,
porque crees que ya no queda remedio,
porque tu tiempo se acabó,
o porque tienes miedo.

Da igual por lo que huyas,
la realidad te alcanzará,
y acabarás dándote cuenta
que huir no es la respuesta.

Riqueza y pobreza

No hay dicha en esos ojos,
repletos de melancolía.
¿Acaso es culpa mía
que vivas entre despojos?

Mundo sin sentimientos.
Tú, con tu pobreza,
nosotros con riqueza,
sin remordimientos.

Mísero mundo en que habitamos,
si errar es humano
persistir en el error
es de locos.

Mundo, maldito seas
por permitir que los ricos
sean cada vez más ricos
y los pobres, despojos humanos

Hola chic@s! Aquí estoy de nuevo, con mi ración habitual de poesía. Espero que os gusten los poemas de esta semana.

El beso

Me besaste
mientras a otro amabas.
No me importó.
Lo saboreé cada segundo
porque lo sabía prohibido

(II)
Te besé con pasión
delante de sus ojos.
Me gustó el beso,
porque le ponía celoso.

Breviario

(I)
Vuela, mariposa, vuela
al abrigo de las flores
y alégrame la vista
con tu vestido de colores

(II)
¡Ay, vida mía!
que ayer soñé que te perdía,
y al despertarme sin ti
supe que ya no eras mía.

(III)
Soy verde,
pues verde es el color de la Naturaleza
y yo formo parte de la Naturaleza.
Soy Verde.

(IV)
Cual abeja
buscando el néctar de la flor,
así busco yo
de tus labios el sabor.

Los poemas, si breves,....

Siempre me han llamado la atención los relatos cortos. La capacidad que tienen algunos escritores para sintetizar, en unas pocas lineas, emociones, sentimientos... En ese sentido admiro a escritores como Millás, que tiene unos relatos cortos que me parecen impresionantes. así como su columna de los viernes en el País. También podría decir lo mismo de los artículos de Paulo Coelho en El Semanal.

Mi objetivo, cuando escribí Breviario y El Beso, era el mismo: transmitir las emociones y sensaciones, las mismas que me invadían a mi cuando les estaba escribiendo. Cierto es que no me puedo comparar con esos dos monstruos literarios, pero también lo es que tenía que intentarlo. La pregunta es: ¿lo intenté en vano?

Soledad

La soledad es amante del silencio,
de un silencio frío y oscuro,
vacío de todo sentimiento.

Acompañado de ese silencio
escribo yo mis versos
acerca de amores que no conoceré,
acerca de labios que no besaré,
acerca de cuerpos que no palparé,
acerca de felicidades que no disfrutaré.

Y aunque es el camino que elegí,
el camino de la soledad,
y por mas que libre lo escogiera,
no sintáis piedad de mí,
pues libre caminaré por él,
libre y solitario,
mas no en silencio.

Quisiera

Quisiera un mundo humanizado,
sin armas, injusticias, recelos,
un mundo donde mirar sin desconfianza
a aquel que se encuentra a mi lado.

Quisiera un mundo
con una riqueza mejor distribuida,
un mundo donde no existieran
la enfermedad, el hambre, la sed.

Quisiera que la gente
saliese a la calle
con la sonrisa puesta en sus ojos,
que viviese sin prisa
pero sin pausa,
disfrutando cada momento de su vida.

Quisiera una vida sin estrés,
sin el agobio del dinero,
viviendo el día a día
como si no hubiese un mañana.

Mas la realidad es tozuda
y muestra su lado más oscuro,
y no puedo sino preguntarme:

¿hasta cuando aguantaremos?
¿hasta que no quede nadie a quien matar?
¿hasta que no quede nadie a quien explotar?
¿hasta que no quede nadie a quien amar?
¿hasta cuando?

Como hojas en otoño.

Como hojas en otoño.
Así caen los años.
Los días planean
en un vaivén extraño,
sometidos a los vientos cambiantes
del Destino,
y en cada ida y venida
una porción de nuestra vida
va pasando.

Como hojas en otoño.
Así caen los años.
Poco a poco van cayendo
las hojas del calendario,
cual fruta madura,
mientras el viento frío de la vejez
se las lleva volando
hacia un paradero desconocido
en el que,
no sabemos cuando,
nos encontraremos con nuestros antepasados.

De amor, mendigo

Todo dijiste con la mirada.
Sabías que locamente te amaba.
No, no estabas equivocada.
No sé porque te extrañaba.

Si nunca me quisiste
¿por qué me besaste?
¿A otro buscaste?
Nunca me lo dijiste.

Y sólo desde entonces estoy,
acompañado de tu recuerdo,
que me envenena a día de hoy.

Y ya no sé si loco o cuerdo,
tras de ti aun sigo.
De tu amor soy mendigo.

Negra es la noche

Negra es la noche
en la que de ti me olvido.
Negra es la noche
en la que por ti suspiro.

Y cuando tu recuerdo
al anochecer me aborda,
mi alma de alegría se desborda
sin que haya remedio.

Y cuando tu aroma respiro
mi corazón late con más brío,
más tu cuerpo ansío,
y más te deseo.

Negra es la noche
en la que de ti me olvido,
suspiro,
muero.

Muerto en vida

Hoy me he despertado vacío,
he perdido mi alma
en algún recóndito sueño
del que no consigo despertar.

Como un autómata vivo
en un mundo de rutina,
muerto en vida,
preso de la sociedad.

Nací para ser libre,
pero vivo encerrado
en una jaula de acero
de la que quiero escapar
pero no puedo.

Muerto en vida,
preso de la sociedad.

En esta vida

En esta vida estamos de paso,
y si, por si acaso,
me fuese de viaje
me llevaré en el equipaje
el recuerdo, no de tus enojos,
sino el de tus verdes ojos,
que alumbraron mi vida,
para que lo hagan en esta ida
de mi viaje sin retorno.

Presentación

¡Hola a tod@s!

Como veis he decidido cambiar mi blog y darle una apariencia nueva. Mi intención sigue siendo la misma: crear ilusiones y dar de comer a vuestro coco con mis poemas y, sobre todo, haceros pasar un buen rato. Sigo esperando vuestros comentarios y sugerencias. Un saludo.

Manu