Quisiera compartir tu mirada dulce, inocente, curiosa. Quisiera descubrir el mundo, poco a poco, como lo haces tu, mis dedos, mis manos, mis brazos, mis pies, mi voz, y gritar contigo que sí, que la vida merece la pena, que cada minuto a tu lado es un tesoro, algo que nadie nos podrá robar; que tu cariño es mi único equipaje; que tus risas y tus llantos, que tus pasos y tropiezos, son los dulces retazos que dan color a mi vida; que cada vez que me dices te quiero, una sonrisa se ilumina en mi cara, y mi corazón se enciende. henchido de gozo y de pasión por ti, por vosotras, por la vida.

Y soñar con tu mirada,
dulce, apasionada,
y beberla en un suspiro,
creer que deliro,
perderme un momento contigo,
ser algo más que un amigo.

Y ansiar tus besos,
morir por tus huesos,
sentir tus latidos
en mi pecho,
yacer en tu lecho,
curar mi corazón malherido.

Sueños

Sueños que aparecen,
que iluminan mi vida
con su sola presencia.

Sueño que te quiero,
sueño que te amo,
sueño que sueño
con tus besos,
con tus abrazos.

Mas despierto,
y los sueños se desvanecen,
se difuminan como volutas de humo,
y la realidad permanece.

Y la realidad es la siguiente:
por mucho que imagine,
por mucho que sueñe,
la realidad de nuestro amor,
con sus idas y venidas,
con sus defectos y virtudes,
esa realidad siempre vence.

Sara

Sonrisas arrancadas a pulso,
alegría que llena mi vida,
risas que culminan un sueño,
amor que contigo renace.

Inquietud

Inquieta despliegas tus alas,
No pudiendo despegarte del suelo.
Quieres alejarte, huir de mí,
Ufana, segura de ti
Ignorante de mi duelo,
En ti se va mi consuelo.
Todo desplegado en esas alas,
Una vida en un suspiro,
Delirio de una triste mañana.