contenido de la página Recuerdos de Arcadia

sábado, 29 de octubre de 2011

Pasas las horas,
inasequible al desaliento,
velando, cultivando,
recolectando la felicidad,
en este corazón,
antes en barbecho,
ahora florido y hermoso,
que yace en tu bendito pecho.

Pasas las horas
velando mis desvelos,
cumpliendo mis anhelos,
y yo no puedo más que adorarte
desde estas humildes líneas,
desde estos tristes versos.

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